Capítulo 9:
Lauren
Después de haberle
dicho a Violet que no se preocupara, que Kimberly era de las de mucho ladrar y
poco morder, Shon nos había dicho que si queríamos nos podíamos sentar con el
en la mesa del comedor. Era tan amable, divertido y sobre todo tan guapísimo....
Violet se soltó y empezó a charlar con Shon como si lo conociera de toda la
vida, la verdad, yo no hacia tanto que lo conocía pero se podía decir que
éramos amigo, el siempre me prestaba los apuntes de mates.
-Eh, Violet, no te
preocupes por lo que te ha dicho Kim, en realidad nos es tan mala como parece-
dijo el sonriendo. Sus ojos verdes hipnotizaban
-Bueno, eso espero
¿Porque te cae bien? No pareces de la clase de tios que van detrás de ella-dijo
Violet, me encantaba Violet y su carácter, no tenía ni un pelo en la lengua. Y
tenía razón. ¿Cómo podía ir Shon con ella?
-La conozco desde
hace mucho- por un momento fue como si recordara viejos momentos- Y ella es muy
buena conmigo.
-Eso es porque
estas muy bueno.-soltó Violet, sorbiendo un buen trago de Coca-Cola. Me quede
parada, lo dijo así, como si nada. Yo me puse colorada, pero es que tenía razón
Shon estaba muy, pero que muy, bueno.
Shon no dijo
nada pero tenía una sonrisa en la cara, supongo que a el le había dado también
un poco de vergüenza. Nos quedamos mirando a Violet, ella alzó una ceja cuando
vio que la mirábamos.
-Que, es verdad-
dijo encogiéndose de hombros. Nos miramos entre los tres y empezamos a
partirnos de risa, era desternillante y era una chorrada, pero cuando parecía
que íbamos a parar de reír, volvíamos a caer otra vez. Sé que era una tontería,
no sé si nos reíamos de incomodidad o de que de verdad nos hacía risa, pero aun
así no podíamos parar. Me fije que Kimberly nos miraba estupefacta, pero por lo
que sabía, si Shon estaba aquí no nos pasaría nada, así que seguí riéndome y
pasándolo bien. Sin duda fue el mejor almuerzo desde que había llegado a este
instituto hacía ya varios meses.
Seguimos hablando
hasta que sonó el timbre, recogimos las cosas y dejamos las bandejas en su
sitio. Era increíble como el comedor se había quedado casi vacío en tan poco
tiempo. Shon se fue a su clase, Violet también tenía que irse pero ya no
quería, era mi única amiga, aparte de Shon y quería estar con ella. Para que no
se fuera empecé a hablar con ella de cosas trascendentales.
-Y, esto, Violet,
has comenzado a estudiar para el examen de mates?
-Sí. Ayer estuve
toda la tarde sin salir de mi habitación, empollando hasta que me dormí.-Me
sorprendió bastante, en clase parecía que no comprendía nada.-Pero no me enteré
de nada-soltó un poco después.- ¿Y tú?
-Yo.... Bueno, yo
voy regular, pero si apruebo creo que será con un cinco raspado.- me encogí de
hombros era la verdad. De repente, fue como si se me encendiera la bombilla.
CLINC. Claro ¿Porque no? Yo no era mucho de hacer estas cosas pero por tener un
buena carrera haría lo que fuese, miré con intención a Violet, al fin y al
cabo, ahora era mi amiga y no quería hacerlo sola.
-Violet ¡Tengo una
idea!- le cogí por los hombros y le sacudí un poco, estaba en la nubes, no sé
si sería algo del royo hippy ese.
-¿Sobre qué?-arqueó
una ceja.
-¿Y si robamos las
respuestas del examen? Así nos será más fácil aprobar, matemáticas es una de
las asignaturas que cuenta más y no quiero suspender.-dije seriamente.
Violet abrió los
ojos como platos
-¿Tú estás loca? Tu
sabes lo que acabas de decir…. Encima, si nos pillaran….
-Alto.-le
interrumpí yo- se lo que he dicho. Pero piénsalo. El Sr. Mason es muy tontucho
el pobre, también olvidadizo y despistado. Ya tiene sesenta-y-cinco….
Violet primero negó
con la cabeza, con un puchero y los brazos enjarras, pero se empezó a tocar la
trenza y a enrollar un mechón en su dedo. Se notaba que se lo estaba pensando,
y yo quería creer que diría que sí. Cruce los dedos tras mi espalda.
-Bueno, está bien-
solté un chillido y la abrace.- Pero nosotras solas no sé, Lauren, un poco
complicado ¿No crees?
-Se lo podemos
pedir a Shon seguro que él nos ayudara, estoy segura- Shon era muy bueno, yo
creo que le daría igual.
Asintió, y sin
decirle nada, salí pitando de allí y crucé el pasillo como una bala. Iba a avisar a Shon, tenía unas ganas locas,
seguramente ya estaría en clase. Lo que yo no sabía, era que descubriría una
cosa un tanto privada.
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