miércoles, 23 de octubre de 2013

Capitulo 8: Kimberly








Capítulo 8:Kimberly



No me lo podía creer. No podía ser en serio. Me miré la parte superior del uniforme de animadora. Ahí estaba la mancha de tomate. Una mancha ENORME. Empecé a hiperventilar con cara de asco supremo. Entonces levanté la vista, todos expectantes, en un silencio absoluto y vi quién había sido,  ¡la cometierra esa! ¡Joder! La miré con odio profundo y puse mi cara a 10 cm de la suya.

-¡Tú que haces! ¿Eres gilipollas o qué? Vas a pagar por esto, y muy caro.

-¡Ha-ha sido sin querer!- tartamudeó ella.

La empujé con muchísima fuerza y se calló al suelo. Nadie hizo nada para ayudarla y le sonreí malévolamente.

-Te voy a destrozar la vida social, niñata, te voy a hundir, ¡asquerosa come tofú!

Las lágrimas le caían de los ojos y eso me daba risa, la verdad. Qué asco de gente admitían en este instituto. Tendría que hablar seriamente con mi padre sobre eso. Y encima me había manchado el uniforme, bueno, menos mal que este era de Chloe. Chloe lo tenía merecido por tirarle la caña a Shon, cuando sabía perfectamente que estaba prohibido para las demás, que era únicamente para mí. Pestañeé y pensé  “así aprenderá”. Taconeé un poco para que Sam se acercara y me apoyara y me besara, todo en uno. Le clavé la mirada a mi chico y él lo captó de inmediato. Se levantó y vino hacia mí, pero antes de que llegara a mi lado, le chica con la que antes había estado Shon, esa estúpida, que aparte parecía muy amiguita de la cometofú, vino a mí con cara de asco. Ella sí que me daba asco a mí, por Dios, todas las frikis del insti se juntaban. Yo le puse cara de asesina.

-Ha sido sin querer, déjala en paz.- dijo Lauren.

-¿Y qué me vas a hacer?

-Kimberly.- Shon apareció de la nada y todas nos quedamos un poco paradas, claramente me iba a decir algo como que no estaba orgulloso de mi.- Ya sabes cuánto paso de estas cosas pero… Creo que lo ha hecho sin querer y… Te has pasado un poco.- no apartó siquiera ni un poco la mirada.
Sabía que no estaría de mi parte.

-¿Pero qué dices? ¿No has visto cómo me ha dejado?- dije yo señalando la dichosa mancha.

-Ya lo sé, pero creo que no tendrías reaccionado así, a lo mejor decirle que te pidiera perdón vale, pero empujarla… Eso no.

Mi enfado fue disminuyendo un poco conforme escuchaba las palabras de Shon. No tenía razón, la tenía yo claramente, pero no me gustaba estar peleada con él. No iba dejarlo pasar, ¡claro que no!, me había tirado los espaguetis encima. Entonces Sam llegó hasta mí con aires de superioridad. Así era como él quería dejar claro que tenía la sartén cogida por el mango. Me cogió de la mano, ante de la atenta mirada de todos, y me dio un besito en la mejilla. Sonreí porque estábamos siendo el centro de atención. Se acercó un poquito más a mí y me susurró a la oreja:

-Nena, cariño, preciosa, tu vales mucho más que esa. No te arrastres, amor. Déjalo pasar, en serio, no merece la pena. Ven y siéntate junto a mí en nuestra mesa.
Resoplé y tuve que hacer lo que Shon y Sam esperaban de mí. Es que tenía a dos peazo de tíos al lado mío que se preocupaban tanto de mí…

-Tú, ¿lo has hecho a posta?- pregunté a la aliento de tofú.
Ella se secó las lágrimas de los ojos, Lauren estaba abrazándola. “Pardillas”, pensé al verlas. Violet contestó:

-No, claro que no, no me gustan las peleas. Las aborrezco.

-Es verdad, eres pacifista.- me reí mentalmente de ella al ver de nuevo su look.- Bueno, si no lo has hecho a posta, te perdono, pero que no se repita.

Me sonrió tímidamente, supongo que a modo de disculpa y me giré. Anduve rápidamente con Sam a mi lado, hacia la mesa de los popus, en mi sitio de siempre. Shon estaba en la mesa de al lado y cuando pasé por allí me cogió de la muñeca. Me agarró con fuerza.

-Kimberly, gracias, sé que eres mejor de lo que todos creen.-y sonrió de esa manera que hacía que el pulso se me acelerase. Me encantaba cuando lo hacía, mucho más si era únicamente para mí.
Seguí y llegué a mi mesa, me acomodé al lado de Sam y el me abrazó fuertemente por detrás. Era la chica más afortunada del mundo.

-Dios, Kimberly, ¿qué te ha pasado?- preguntó Sasha con los ojos tan abiertos que se le veía muy marcada la raya del ojo. Era un poquito pesada, ya que iba conmigo a clase. Pero en fin, era maja y eso.

-Como si no te hubieras dado cuenta. Una tonta me ha hecho tirarme los espaguetis encima.- le respondí bruscamente poniendo los ojos en blanco y me aparté un mechón de la cara.- En fin.

-Qué lástima, ¿no?- Chloe lo dijo irónicamente, evidentemente y yo seguí irónica para verle la cara cuando supiese lo que le iba a decir.

-Qué lástima que sea tu uniforme, ¿no Chloe?

Toda la mesa me miró y se empezaron a reír conmigo. Chloe se enfadó y se fue de la mesa con la cabeza bien alta. Y cuando giré la cabeza, vi Shon riendo a carcajada limpia con alguien. Alguien que me caía como el culo, alguien que no pegaba con Shon. Alguien que me hacía competencia, esto no iba a quedar así.


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