jueves, 5 de diciembre de 2013

Capitulo 11: Chuck




Capítulo 10: chuck

Vi como la chica salía pitando de la clase y yo no podía parar de reírme, había hecho quedar en ridículo a Shon, y ni siquiera lo había hecho adrede esta vez. Tenía un don. Shon se había quedado pálido y se levantó de la silla cuando empezó a reaccionar.
-Eh, tío, es mejor que no vayas.- me fulminó con la mirada como si creyera que así me iba a derretir el cerebro o que desaparecería al instante o algo así. Sonreí para mis adentros, me puse serio y seguí actuando.- La has espantado.- tiré la cabeza hacia atrás mientras soltaba una carcajada. Este chico era tronchante, en serio.
-Cállate.- se levantó de nuevo, dispuesto a ir tras ella, aunque volvió de nuevo la vista hacia mí.- Todo esto es por tu culpa.- respiró como si hiciera yoga o algo por el estilo. A este tío le pasaba algo en la cabeza, seguro.- Eres un puto pesado, y mira la que has liado!- movió la mano y abarcó el espacio dónde Lauren había estado unos minutos antes.- Te hace feliz hacer esto? Te hace gracia?- asentí y salió de la clase mientras me miraba con cara fúnebre.
Me reí secamente. Este tío exageraba una barbaridad. Por dios, le había visto, había conocido a esa chica… cuándo? De unas semanas?  Haber, esa chica iba a nuestra clase desde hacía un mes o así y nunca le había visto compartir más de dos frases con ella. Y hoy de repente, zas, te quiero con locura y toda esa mierda. Todo eso del amor a primera vista era en realidad una gran mentira, porque, en serio la podía “querer” tanto cuando apenas la conocía? Yo no me lo creía así que ese chico era idiota. Me quedé sentado en la última fila. Esta clase era diferente, éramos quince y Shon era el único que iba conmigo de mi verdadera clase. Y era una mierda clase, esta. Construcción de cosas de madera. Buf, menuda mierda. Llegó la profe y desconecté, a decir verdad, me eché una cabezadita, pero no duró demasiado. Solo pude disfrutar de unos quince minutos de sueño. La profe me llamaba por el apellido y me miraba con mala cara.
-Eaton, otra vez te has dormido.
Odiaba que me llamaran por el apellido y ella lo sabía bien, por eso lo hacía, para fastidiarme. Gorda asquerosa,. Le saqué el dedo del medio, pero se me ocurrió algo mejor.
-¿Sabes? Yo al menos duermo.- y le guiñe un ojo,
Todos se giraron pasmados al oír eso y yo me limité a sonreír descaradamente. Todo el mundo sabía que a la profe le había dejado el novio por estar GORDA- yo lo hubiese hecho hacía ya tiempo, sino seguro que en la cama ya me hubiese aplastado los pulmones-  y tenía unas ojeras muy marcadas porqué se ponía a llorar todas las noches y se llenaba de chocolate( razón de más para ponerse más gorda aún). Ella pasó de mi mientras forzaba una sonrisa y se giró para continuar con la clase. Me estaba aburriendo, llevaría unos diez minutos solo y no tenía a nadie a quién molestar, por eso salí de allí sin pedir permiso ni nada ante la atenta mirada de todos. Ni siquiera me llamó la profe, así que salí tan ancho.  Que era lo peor que me podían hacer, expulsarme? Eso sería un gran favor. Crucé el pasillo y vi que una tía me siguió con la mirada, sobre todo me miraba el culo. Le sonreí y le guiñé el ojo, se puso roja. Me gustaba esa sensación, hacer que las tías deseasen acostarse conmigo. Tenía claro lo que quería hacer al respecto con ella luego, ya que no estaba nada mal la chica. Mmm me lo imaginaba, Yo era uno de los playboy del insti, pero es que tenía un don con las chicas. Más bien un don en “hacer” cosas con las chicas. Todas decían que era un gilipollas, pero luego bien que querían algo conmigo. Todas eran iguales.
Me dirigí al lavabo, me apetecía un porro. Lo llevaba guardado en el bolsillo de atrás, casi siempre llevaba uno, ya que yo me agobiaba con facilidad y no sabía no porqué. Quizás por sentirme como un prisionero en este asco de instituto, ya que me tenían muy controlado. Entré en un baño individual, cogí el mechero y acerqué el fuego a la punta del porro. Lentamente, empezó a arder y salió un poco de humo. Me sentí en la gloria, se estaba de puta madre allí, respaldado por un váter y solo, sobre todo eso. La soledad. Oh, qué maravilla. Entonces empecé a escuchar voces, aunque no apagué el porro. Escuché con más atención y me di cuenta que eran tías, así que venía del lavabo de chicas y como había una rendija justo detrás de mí pude escuchar la conversación. Sonreí, era la hippy y Lauren.
-Uff, espero que no sea una broma, seguramente lo es, pero si no es así, Chuck lo ha podido estropear, menudo capullo integral.- la voz de Lauren, que se refería a Shon, por supuesto.
-Pues ya ves, antes me parecía que era así con las tías porque era un insensible, pero es porque no tiene nada mejor que hacer con su salchicha.
Me quedé flipando, escuchando atentamente. Así que la lechugina pensaba eso… No pude reprimir una sonrisa. Hablaban de mi “salchicha”.
Lauren soltó una carcajada y Violet también empezó a reírse.
-Uy, que fina- le dijo Lauren y volvieron a reír.
-No te creas.- Violet paró un segundo.- En fin, que yo creo que le molas a Shon.
-Ojalá, aunque ahora me dará vergüenza, ya verás.- suspiró teatralmente.- ¿Y sabes qué? Creo que hay alguien a quién le molas, o que piensa que estás buena, porqué le he visto observarte.
-¿Quién?- casi chilló Violet.
Eso, quién? ¿Quién podría ser? ¿Quién pensaba eso? En unos segundos lo descubriría.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho este capítulo, y lo del final hace que tengas ganas de leer más!
    Espero pronto el siguiente :)
    Besos ^^

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  2. Graciasss :) Nos ha ayudado mucho tu consejo

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