Capítulo 15: Lauren
Vi a Shon y a Violet hablando,
seguramente ella le estaba diciendo lo del examen, ya que recordaba el momento
ese y me ponía roja ¿Enserio Shon me quería? Creía que eso era imposible ya que
él estaba tan bueno y yo no me acercaba a él ni en un millón de años. Además,
¡solo conocía de hacían unas horas! ¿Cómo podía ser que ya me quisiese? Haber,
a mí me gustaba, eso era innegable. Pero era algo difícil de asimilar que él,
me quisiese así de primeras. Por lo que seguramente solo era una broma. Una
estúpida broma. Vinieron hacia a mí, estaba
bastante nerviosa y le miré un poco de reojo. El parecía tranquilo. Se sentaron
cada uno a mi lado, Violet a mi izquierda y Shon a mi derecha, como si tal
cosa. Me sentía un poco incomoda. Violet
movió las manos hacia ella para que nos acercáramos, puesto que nos quería
contar algo, y mi hombro y el de Shon se tocaron. Fue solo un momento, pero su
duro omoplato había rozado el mío en el momento que se había acercado para oír
a Violet. Me puse más nerviosa, podía oler hasta su colonia. ¿Y era yo o cada vez se acercaba más? Lo
notaba tan cerca que ni siquiera quería mirarle. Por un lado deseaba que todo
acabara, que se apartara y así mi sufrimiento se desharía. Pero por otro, algún
rincón de mi mente anhelaba su contacto. Y era desquiciante.
-Bueno, al final de las clases, nos
podemos esconder en algún sitio o encerrarnos en alguna habitación, ¿no?-
comenzó Violet. Tenía razón, tendría que
ser un sitio donde fuese poca gente, para no llamar mucho la atención. Aunque eso era difícil después de todo era un
instituto. Los dos asentimos.
-¿Y si nos escondemos en el segundo
laboratorio de física? Solo van los más veteranos y solo van el martes- dijo
Shon. Por veteranos se refería a los de último curso, por supuesto. No es que
fueran ancianos ni nada, pero todo el mundo los llamaba así.
Las dos dijimos que sí sin ponerle
ninguna pega. Todo saldría bien, seguramente tendríamos que esquivar al conserje y ya está. Podía
parecer complicado pero si lo pensabas bien no era para tanto, lo cogíamos y
nos íbamos. Si todo salía bien tendríamos el examen y sacaríamos un diez. Sonó
el timbre y Violet, por alguna razón desconocida por mí, salió disparada y nos dejó
a mí y a Shon a solas. Cuando me giré para mirarla, vi que le guiñaba un ojo a
Shon. Eso seguro que no significaba nada bueno. No quería mirarle, era aún
demasiado vergonzoso así que me levanté y oí como él también lo hacía. Comencé
a recoger rápidamente los libros que había dejado en la mesa.
-Oye Lauren….-me giré, se estaba
rascando la cabeza. Hasta en los pequeños gestos que hacía era guapo y lo más
curioso es que él ni se daba cuenta de eso. Pero no me tenía que distraer, me
preocupaba más otra cosa. Sabía que ahora vendría su explicación por lo de
antes y no estaba muy segura de sí lo quería escuchar. - Lo que ha pasado
antes...- volvió hacer una pausa, estaba asustada, seguro que me iba a decir
que lo que me había dicho era para que Chuck se callara o algo parecido.
-No te preocupes, no he escuchado
nada- dije, el me miró desconcertado
-Es evidente que algo has
escuchado, sino, no habrías salido corriendo, ¿no?- me había pillado. Es que
mira que decir esa escusa… Menuda imbécil era. Tenía que ser más original.
Muchísimo más original.
-No te preocupes- espeté, con una
sonrisa fugaz y empecé a caminar rápidamente. Me había librado de momento,
pensaba que Shon no me seguiría, pero lo hizo. Eso me dio rabia. NO podía
estarse quietecillo, no, tenía que venir detrás de mí. Me cogió del brazo, sin
apretarme apenas.
-¿Estas intentando evitar hablar del
tema?- suspiré y le miré a los ojos. Evidentemente, como actriz no valía ni dos
duros. Jolines, seguro que parecía un libro abierto para él. ¿Tan fácil era
leerme los pensamientos? Tenía que parecer tranquila, aunque mi corazón
sintiera todo lo contrario.
-Es que tengo prisa sabes-dije,
otra vez sin pensar. Desvié la mirada hacia el suelo e hice un pequeño
movimiento de cadera para que se soltase de mi brazo. Ahora mismo, su contacto era
lo último que deseaba.
-¿A dónde tienes que ir? Vamos
Lauren. Sé que no es verdad- ¿y ahora que le decía? Por supuesto que no era
cierto. Era última hora y solo quedaba como mucho un cuarto de hora o así para
que fuese fin de semana.
-A clase de naturales.- dije,
pasando de él. Volví a andar con más rapidez, aunque en dos segundos volvió a
estar a mi lado. Me miraba serio.
-Voy contigo…- bajó un poco el
volumen y con voz vergonzosa dijo- así te acabo de explicar lo de antes.- genial,
pensé, no había pasado ni un minuto y ya volvía a sacar el tema.
-No hace falta- dije, en realidad
quería saber la verdad. Pero me daba miedo de que todo fuera una broma y me
hubiera echo demasiadas ilusiones.
-Que sí- volvió a insistir, pero no
quería escucharlo. Salimos de la biblioteca y andábamos por el pasillo.
-Va, da igual-dije. Mi fuerza de
voluntad se había agotado y ya no tenía nada más que decirle, ninguna excusa
para que no hablásemos del tema.
-No, no da igual- respondió
rápidamente. Paré en seco.
- Cuantas veces que te lo tengo que
repetir. Me da IGUAL- chillé, ya en el límite del llanto. Me tenía harta.
Bueno, en verdad no, pero es que no quería hablar de ese tema. Se quedó
mirándome y frunció el ceño, parecía dolido.
-Lo siento si soy una molestia para
ti-y sé fue, así sin más.
Los remordimientos vinieron a mí,
había sido demasiado borde con él. En realidad no se lo merecía, me lo merecía
yo, por no querer escuchar su respuesta. Tenía que afrontar los hechos: él no
me quería y ya está, tarde o temprano lo iba a saber de todos modos. Únicamente
quería sacar a relucir el tema para dejarlo claro, aunque cuando me lo había
intentado decir parecía que lo hiciese con tacto, como suavizando la situación.
A lo mejor quería que siguiésemos siendo amigos y yo lo había fastidiado todo
con mi tontez que salía a veces de dentro de mí. Bufé. ¿Por qué la vida era tan
difícil? ¿Por qué siempre tenían que ocurrir ciertas cosas que te fastidiasen y
no pudieses estar en paz? En mi primer día de sociabilidad ya había hecho dos
amigos, y había tenido un flechazo con Shon. Y para rematarlo, la amistad que
podría haber habido entre nosotros se había ido a la mierda. Seguí andando,
pues me había quedado allí parada en el pasillo desde que Shon se había
marchado, dejándome allí sola. Caminé aprisa y volví a entrar de nuevo en el
baño. No sabía dónde estaba Violet, pero no me apetecía buscarla por todo el
insti. Decidí quedarme allí sentada hasta que tocase el timbre, que sería de
aquí a unos diez minutos o así. Y, encima, después tendría que volver a ver a
Shon y robar un examen con él.
Sin embargo, no era la única con
problemas en ese mismo momento, y por suerte, los míos, comparados con los
suyos, no eran nada. Aunque, des de luego, los míos tampoco eran fáciles.
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