martes, 14 de octubre de 2014

Capitulo 22: Sam






Capítulo 22: Sam



Estaba encerrado en la biblio con Roger, casi le había pegado. Es que no paraba de meterse en mis asuntos, a el que le importaba si había roto con Kimberly. La verdad que ahora mismo me encontraba como si me hubieran dado una paliza y si, me había peleado con un tio literalmente (mi mejor amigo) pero me dolía todo como profundamente, no sabía que estaba tan enamorado de ella, siempre pensé que era algo de superficialidad de ser el chico guapo y la chica guapa  pero ahora cada vez que pensaba en su sonrisa y su forma de reír ,el corazón se me encogía y eso que yo no le había engañada sino había sido ella. Por otra parte estaba cabreadísimo, si volvía a ver a Carter le volvería a partir la cara, era un subnormal que se había reído en mi cara, encima diciendo que Kim estaría mejor con él, pero que se creía ni si quiera era el capitán del equipo de futbol americano, lo era yo. Roger y yo salimos de detrás de la estantería, perfecto solo con ese pringado.

-.Nos hemos quedado encerrados, ahora como salimos.-dijo Roger.

-No se tu eres el genio. ¿No?-dije, ni siquiera sabía porque me preguntaba a mí, yo precisamente no era el de las ideas brillantes.

-Bueno, creo que algún libro dirá algo.-se fue a buscar a la primera librería.

-Pero que dices, como se nota que tú nunca has desobedecido a nadie, tienes algún lápiz por ahí.-fue corriendo a la mesa y sacó, un lápiz portaminas, si es que en todo tenía que ser remilgado.- Oye no llores si se te rompe.-le dije, puso una mueca de desagrado.

Fui hacia la puerta y me concentre en la cerradura, sería fácil abrirla, cuando al otro lado vi una luz y alguien que venía corriendo, haber tengo que decir que me asuste un poco. No es algo muy normal ver a alguien corriendo por el pasillo cuando ha sonado la campana, pero entonces reconocí esa larga melena rubia. ¿Qué hacía aquí? La luz que iluminaba su cara era la aplicación de linterna del  móvil, tenía los ojos un poco rojos, y se le había corrido el maquillaje, encima había llorado, creí que era yo al que habían engañado, no pude evitar que en algún lugar de mi corazón se sintiera mejor. Cuando estuvo lo suficiente cerca dijo:

-Te he estado llamando todo el rato.-Me toque los bolsillos del pantalón, mi móvil no estaba por ninguna parte, y encima era un nuevo iPhone de color negro.

-Se me habrá caído cuando me he peleado.-Lo dije un poco para hacer daño, ella hizo como que no me había escuchado , en realidad como hacia siempre, parecía que mis ojos se estaban abriendo después de tanto tiempo, ella nunca me hacía caso, dios, era un tonto por haber creído un segundo que le gustaba un poco.

-Bueno puedes salir, y nos vamos, que hoy no he traído el coche.- dijo ella, estaba flipando, enserio iba a hacer como que no había pasado nada, le iba hacer sufrir un poco.

-No.-le respondí. Ella puso cara de póquer.

-Oye sé que estas enfadado pero solo quiero que me dejes en mi casa.-dijo con cara de pena, mis ganas de hacerla sufrir se fueron, porque era tan rematadamente guapa y lo que molestaba era que encima lo sabía y lo utilizaba muy bien. Aparte me estaba volviendo medio bipolar por su culpa

-La verdad es que no puedo abrir las puerta nos han encerrado.

-¿Nos?-pregunto ella.

-Si, a mí y a Roger.-respondí.

-Roger!-dijo alarmada, a claro, ya no le había salido bien el plan porque en teoría Roger iba a robar el examen, y nosotros como no nos fiamos mucho nos íbamos a quedar para vigilar. Pero claro todo había salido al revés.- I que hace ese ahí.

-Estudiar, que te piensas que se hace en la biblioteca.

-Oye, no te vengas de chulito vale, porque lo de robar el examen lo hago por ti.-dijo. Ya seguro, no lo hacía porque a ella precisamente tampoco se le daban muy bien las mates. Asentí sin hacerle mucho caso.

-Bueno si no vas hacer nada para abrir la puerta ya lo hare yo.-dijo molesta.

-Perdona? Eso iba hacer,  antes de que aparecieras.-dije contestándole  en forma de protesta.

-Sí, claro.- Respondió ella. Cuando la rata de biblioteca  apareció de repente.

-¡Kim!.-dijo con adoración, se ajustó las gafas. Bua, ese tio si que estaba bien colgado por mi novia, bueno mi ex, pero estaba claro que nunca tendría una oportunidad con ella a no ser que fuera a cambio de look y de la noche a la mañana se convirtiera en un guaperas millonario.

-Para ti Kimberly.-contestó. Se miró las uñas, no sé porque, si siempre las tenía perfectas.-Bueno voy a buscar las llaves, seguro que el conserje las tiene en la conserjería.-se dio la vuelta y salió disparada. Otra vez a solas con Roger.

-Oye.-dijo Roger. No conteste espera a que siguiera.-Lo que más me duele es que sé que volveréis a estar juntos.-pero que decía el loco este.

-Es la primera vez que no piensas en lo que dices no?

-En realidad lo he pensado muy bien, la probabilidades son de..

-Anda calla. Que pasa, que todo lo que tienes que decir es científico.-ya estaba cansado de las estadísticas y solo hacía un cuarto de hora desde que había sonado el timbre y me había quedado encerrado  o tal vez era  más tiempo, no se aquí en la biblio parecía como que las horas no pasaran nunca.

-Bueno y que hacemos mientras tanto.-pregunto. Parecía un dejavu

-Yo voy a intentar abrir la puerta.-dije cogiendo el portaminas y forzando la cerradura

-Pero porque si ahora vendrá Kimberly

-Es por llevarle la contraria sabes.

-De verdad me cuesta entender a los adolescentes.-dijo, entonces el que era, lo más probable, un alíen con súper cerebro.

De tanto forzar el portaminas se rompió pero conseguí abrir la puerta, no creo que se volviera a poder cerrar, la cerradura estaba bastante rota. Salir de la biblio fue como respirar de nuevo, creo que había empezado a sentir claustrofobia, Roger recogió sus cosas rápidamente y me siguió. Me dirigía a la conserjería, me hubiera gustado tener la suficiente fuerza como para dejar a Kim plantada, pero no podía me la imaginaba en la puerta del insti esperando hasta la noche.
Al girar me parecía oír un ruido por la  clase de mates, no podía haber nadie, quien se quería quedar un viernes en clase, también así de paso podía yo robar el examen. Me dirigí a hacia la puerta.

-Pero, a dónde vas?.-pregunto Roger. Que pasaba que hoy era el día de las preguntas.

-Me voy a la clase de mates, quiero el examen que íbamos a coger.

-Pero si íbamos a buscar a Kimberly

-Después iré a buscarla. Sabes que, ves tú.Dile que después me paso.

-Vale.-dijo con una gran alegría,  Fui a la puerta la luz estaba apagada, lo podía ver por una ventanita pequeña que había en todas las puertas. Abrí con cuidado estaba todo tan oscuro, la luz estaba a un lado, así que la encendí pero no esperaba encontrarme con ese panorama.
Chunk estaba medio estirado en medio de la clase,  Shon, Lauren y la come plantas estaban escondidos en el escritorio del profe, ellos me miraron con cara de sorpresa. ¿Ellos también querían robar el examen?

-Dios, que me ha pasado?-preguntó Chuck, seguro que había fumado más de la cuenta, ese se pasaba como mínimo media hora en el tejadillo fumándose unos canutos, la mala leche que tenía siempre de algún modo se tenía que apaciguar

-Más bien que está pasando aquí.-dije yo, miré a Shon.-¿Qué estabais haciendo? Si no llegara a estar la come tofu entendería lo que hacías, pero esto de tres es un poco raro, y después esta Chuck, que está más fumado que el hippie ese que vive en el callejón.

-Oye, que ya se me ha pasado el colocon, es solo que me he golpeado la cabeza.-dijo, mientras se intentaba levantarse.

-I vosotros?.-les pregunte a Shon, Lauren y Violet.

-Sí, yo también me lo preguntaba.-dijo Chuck. Ibo un silencio, así que si que iban a robar el examen. Entonces Lauren hablo.

-Es que había perdido las llaves de mi casa y no sabía dónde estaban.-Me fije en ella, era bastante guapilla, si Shon se la quedaba bien por él, en realidad ya no estaba con Kimberly. A lo mejor ella podría ser una de mis opciones, si Shon no se daba prisa, quien sabe.

-Sabes, no se te da muy bien mentir.-contesto Chuck por mí, ella comenzó a morderse las uñas,  era bastantes tímida, ella miro a Shon. Él le sonrió y por un momento me pareció que se rozaban las manos, entonces sí que había algo entre ellos.

-Bueno creo que deberíamos ir nos todos.- Cuando aparecieron Roger y Kim en la puerta. Ella parecía cabreada y el modo en que miro, era conmigo. Perfecto quien mas.


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