Capítulo 21: Lauren
Seguíamos encerrados en
ese diminuto armario y estar tan cerca de Shon me estaba poniendo muy nerviosa,
y suerte de que no me podía ver la cara, porque estaba tan roja como un tomate,
eso seguro. Encima lo tenía justo enfrente de mí, estaba aplastada contra él
desde hacía como mínimo cuatro minutos. Al menos no nos podíamos mirar, porqué
mi cara quedaba enterrada en su pecho. Y cuando Shon me había pedido la hora
había sido horroroso, ya que al intentar alcanzar el móvil me había restregado
un poco con él y me había dado mucho bochorno. Hacía poco que nos habíamos
peleado, y aparte había abrazado a Violet y una sensación de celos me había
invadido, y no sabía cómo tomármelo. Estaba claro que a Violet no le gustaba Shon,
pero… ¿y si a Shon le atraía ella? No era una suposición muy alocada, pues
Violet era mucho más abierta que yo y también más guapa. A simple vista sería
difícil decirlo, pues al ir vestida como iba no se le notaba, pero tenía una
buena complexión, sus ojos eran de un azul puro, a veces hasta parecían grises
pálidos. Tenía la melena algo por debajo de los hombros, y la verdad es que
tenía buen culo y seguramente gastaba una 95 de pecho, mientras que yo era un
85 y gracias. Vamos que a cualquier tío le gustaría estar con ella. Comparado con ella yo era poca cosa.
Dejé de cavilar en mis
asuntos cuando el silencio se profundizó aún más si cabía. El ambiente se podía
cortar con un cuchillo. Podía escuchar
los latidos del corazón de Shon de lo cerca que estaba y por su respiración parecía
tan nervioso como yo.
Después de haber pasado los cinco minutos y uno más por si acaso el
conserje no se había ido aún, decidimos salir ya de ahí. Abrimos la puerta,
Violet salió la primera, apretándose contra mí para poder moverse, pues era la
que estaba más cerca del pomo, y cuando abrió no se dio cuenta y sin querer la
soltó, pero la puerta era magnética y se cerró con un chasquido.
Me asusté. ¿Y si no se podía abrir? Giré por lo menos unas mil veces el
pomo de la puerta, no se abría, me comenzó a entrar el pánico. Shon se adelantó
y empujó la puerta con su hombro, mientras apretaba el pomo hacia fuera. Supuse
que debía ser una broma de Violet, pera que nos riéramos un poco y nos
relajáramos, aunque si fuera así le daría dos ostias por la encerrona.
-Violet, no tiene gracia.-dije.
Hubo silencio afuera. Violet empezó a mover el pomo, pero la puerta no se
abrió.
-Oye, creo que se ha quedado encallada, no os alarméis.- dijo Violet.
Demasiado tarde, porqué ya me había alarmado.
Me había quedado encerrada con Shon. Le mire y el me miro a mí, habíamos
ganado espacio, pero aun nuestros hombros se tocaban. Me miró fijamente sin
abrir la boca. Genial, esto empeoraba por momentos.
-Intentaré buscar algo para abrirla-dijo Violet, y oímos como se alejaban
sus pisadas.
Ahora sí que estábamos completamente solos, me encogí, rodeando con mis
manos mis rodillas intentando desparecer de este momento tan incómodo.
Shon me miró y abrió la boca, pero rápidamente la cerró y miró hacia otro
lado. ¿Qué quería decir eso?
-Bueno…….-dijo Shon
Me quedé en silencio, sin saber qué hacer o qué decir. ¿De qué se suponía
que teníamos que hablar?
-Sobre lo de antes…… ¿No te habrá molestado no? Es que desde entonces
estás… bueno, estás más aún. De distante, digo- dijo él con la voz apagada.
¿Estaba hablando del abrazo de
Violet? Que esperaba que le dijera, ¿qué me molestaba mucho? No se lo podía decir porque él no me
pertenecía, él no era de mi propiedad y no podía decirle nada. Pero sí, me
molestaba, y mucho. Porqué aunque hoy fuera la primera vez que hablaba con él
en plan serio, me había fijado en él antes, cuando había llegado al instituto,
y desde entonces me sentía atraída por él. Pero ahora me gustaba, y si aparte
le decía algo sobre eso, lo acabaría
descubriendo.
-No, en realidad puedes hacer lo que quieras.- Solté, y me arrepentí, no me
gustaría que él fuera besando y abrazando a cualquier chica que se le pasase
por delante.
-¿Enserio?-pregunto incrédulo Shon
-Si.- Asentí
-Entonces si abrazara a Kimberly, o a Violet de nuevo, no te importaría. ¿No?
Me mordí la lengua, sintiéndome estúpida por reaccionar de esta manera.
¿Cómo me podía preguntar eso? Si lo hiciera
me moriría del espanto, pues Violet era mi amiga y Kimberly era una
arpía que solo quería tener a los chicos más guapos a su alrededor, pero dejé
mis pensamientos aparcados, pues Shon esperaba mi respuesta, mientras me
observaba detenidamente. Joder, que vergüenza.
-No me importaría.-dije mirándole, él también me miraba. Parecía que no se
lo creía, tal vez no sabía mentir.
-Está bien, pero ¿seguro?-esto parecía un interrogatorio. Vi que estaba
preocupado, y se encogió también para estar a la misma altura. ¿Era yo o se
estaba acercando cada vez más a mí?
-Pues claro.-dije sonando totalmente segura. Esta vez no hizo ningún gesto,
y no hizo ninguna expresión que pudiese decirme qué era lo que pensaba.
-¿Sabes? Estos juegos no es que me gusten mucho, no soy de esos, no me
gusta hacer sentir mal a la gente, soy así. Y tú también. Así que aparquemos
las mentiras. Por qué no te creo. Sé que estás mintiéndome-me dijo, me quede
pasmada ¿Él sabía algo de que me gustaba?, Tal vez Violet se había ido de la
lengua. ¿Podía ser? Violet sería capaz de todo para que acabase saliendo con
Shon, así que tampoco me sorprendería.
-Pues cree lo que quieras.-dije mientras me cruzaba de brazos
dificultosamente.
-Va, Lauren sé sincera, y dime tus sentimientos.- parecía desesperado, se
calló un segundo y vergonzoso dijo.- Porqué la verdad es que a mí sí me importaría
si otro chico te abrazara.-lo soltó sin más, con la voz seria mientras me
miraba sin pestañear siquiera.
¿Había escuchado bien? ¿Eso significaba que le gustaba a Shon? Ne puse aún más
colorada, había escuchado lo que había escuchado, sin duda.
Me quedé en silencio, y le volví a mirar, parecía un poco avergonzado, pero
aliviado de haberlo soltado y sabía que esperaba mi respuesta.
-Pue… Pues…- tartamudeé.-……a mi… también me importaría.-dije. Cerré los
ojos para no tener que verle. Me sentí un poco aliviada, pero la vergüenza que
sentía era mayor. El acercó su mano a mi mejilla y me cogió con suavidad. Abrí
los ojos con una sonrisa. Se rió.
-Tienes la cara colorada.- no podía parar de mirarle. Entonces sin
esperarlo me abrazó, tan fuerte que me quedé inmóvil. Esto sí que no me lo esperaba,
estaba siendo abrazada por Shon. Reaccioné y yo también lo abracé, el espacio
que había entre nosotros desapareció por completo. La verdad era que me podría
acostumbrar a esto, era genial. El olía a su colonia de siempre, y mientras
paseaba su mano por mi columna, y bufé de felicidad. No quería que esto
terminara. Cada vez me estrujaba más y yo también a él. Noté como me tocaba el pelo que me caía
sobre la espalda.
Se fue separando un poco de mi lado, y nos miramos a los ojos, el momento
venía. Me iba a besar. Nuestras frentes casi se tocaban, mis pulsaciones iban a
mil y él se acercaba cada vez más…….
De repente se abrió la puerta y allí estaba Violet, con un alambre en la
mano. Nos separamos tan rápido como pudimos, pero Violet lo había visto. Casi
nos habíamos besado. Casi.
-Enserio, me voy un segundo y ya os
lo estáis montando. De verdad, las hormonas hacen de todo.- me levanté de un
salto y salí la primera, aún avergonzada. Ahora sí que no le podía mirar a los
ojos, había estado tan a punto de pasar, es que no me lo creía, casi nos habíamos
besado.
Después salió Shon, con una sonrisa, mientras me abrazaba por detrás.
-No sabéis lo que he tenido que hacer para abriros esa maldita puerta y vosotros
ahí acaramelados. Al menos podrías decir gracias ¿no?- añadió Violet mientras
se pasaba el dorso de la mano por la sudada frente.
-Gracias.- le dije y la abrace, aún seguía nerviosa.
Shon también le dijo gracias, pero no parecía que se las hubiera dicho por
abrir la puerta sino por algo más profundo, pues abrazó a Violet con fuerza. ¿Qué
me habría perdido?
-Bueno, es hora de que vayamos a buscar el examen, el conserje ya se habrá
ido seguramente.-dije.
-Sí creo que sí, mientras estaba buscando algo para abrir la puerta. Hace
rato que he dejado de oír esos silbidos tan molestos que hace.- Violet miró el
alambre que había utilizado para la puerta.- Creo que esto me servirá para
abrir el cajón de los exámenes.
Nos dirigimos por el pasillo, y de reojo iba mirando a Shon, que estaba
sonriendo y yo también le imité, había sido genial. Había sido casi genial. Después
de pasar dos clases, llegamos a la de mates, parecía que el suelo estaba recién
fregado porque brillaba con mucha intensidad. Abrimos la puerta poco a poco,
que para sorpresa nuestra no estaba cerrada con llave. Pasamos a dentro y
cerramos la puerta. La clase estaba vacía.
- ¿En el segundo cajón, no?- preguntó
Shon mientras nos miraba.
- Me parece que sí.- contestó Violet
por mí.- Oye… ¿qué es eso?
Debajo del pupitre del profe había algo negro, como tumbado. Pensé que
sería una chaqueta.
- Espera, no es… ¡Joder!
Violet se acercó al pupitre y se agachó. Nos miró asustada. Dimos la vuelta
al pupitre y solté un leve chillido. Sí, joder. Lo que menos nos esperábamos
era encontrarnos a Chuck, en el suelo inconsciente ¿Que le habría pasado?
-Se ha dado un golpe, me parece. Oye, no estará… muerto, ¿no?- pregunté. A
Chuck le caía un chorrito de sangre por el lado derecho de la cabeza. Era solo
un corte, y parecía poco profundo, pero aun así…
-Que va, está más fumao que mi tía Margaride, que es la más hippie de la
familia.-dijo Violet y me reí.
-Creo que pronto se va a despertar, si nos ve robando el examen no sé qué
podría pasar, así que vayamos rápido.
Nos fuimos a la mesa del profe, y Violet buscó el cajón con cerradura.
Entonces oímos un sonidito que venía de Chuck.
-Uhhh.-dijo, parecía más como un gruñido.- ¿Qué cojones…?
La tensión aumentó, nos quedamos en silencio. Habría que correr por que se
estaba despertando… Chuck parpadeó rápidamente y nos miró fijamente, confundido.
Mierda. Se había despertado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario